martes, 6 de marzo de 2007

Un giro inesperado

Novedades en Cuchillo Mundo.

Álex Valero contactó esta semana con Román, un músico electrónico ovetense. Sin ninguna experiencia en el rock, ni siquiera en colaboraciones con otros músicos (a nivel de grupo), pudimos contar con él como bajista. Su trabajo individual es brillante: escuchamos unos mp3, antes de tocar con él. Electrónica en un montón de estilos, con loops, bases y secuencias en combinación con su instrumento principal, el bajo. En cierta manera, improvisaciones, temas largos que se van desarrollando con extraña frescura y una facilidad evidente. Me recordaron inmediatamente a Squarepusher, quizá por los toques jazz fusion, o por el papel prominente del bajo. Aunque Román bromeaba sobre su capacidad, en el encuentro que tuvimos antes del ensayo, ya sospechaba que su calidad como intérprete era más que buena: tenía "in mente" algunos de sus bajos slap, y algunas líneas ciertamente funkies.

¿Puntos en común, a priori? El Kraut Rock, que creo es la música que siempre comparten los experimentalistas del rock y la eléctronica. Cluster, Can, Harmonia, Neu!... Eran grupos que se movían entre ambos mundos, sin mayores problemas, y que definieron en cierto sentido cómo se improvisa, en uno y otro lado.

En el ensayo, nos tiramos dos horas de impros. Desde el principio, sentí la inventiva y el sostén rítmico, algo que no he experimentado desde una grabación en estudio con Salva López, en el 96. Román es un buen, buen, buen bajista. Empezamos haciendo rock y la conjunción en trío me pareció casi instantánea: enchufar, tocar y sonar a grupo. Por momentos, la combinación echaba humo. Supongo que los chicos del pop lo llamarían "power trio".
Después, Román conectó su portátil y comenzó a jugar con los cacharros: intercambio de instrumentos, con Román a las teclas (Rhodes, Mellotron, secuencias MiniMoog...), Álex divirtiéndose sobre la base electrónica, mejorándola, y yo con unos bajos realmente obsesivos. Algunas de las cosas que salían del ordenador, me recordaron a los Can de 1975.

En definitiva, Cuchillo Mundo puede que ya tenga bajista. Ahora resta el trabajo diario, ver cómo se adapta Román a temas completos, definidos, más o menos cerrados (una nueva forma de trabajo para él) y ver también cómo se adapta el resto del grupo a Román. El proyecto está abierto y las potencialidades son realmente grandes.
¿Formación ideal? Creo que con un teclista, el grupo ya sería una entidad completa. Cada vez me apetece más añadir voces, pero eso quizá venga un poco más tarde.

¿Por qué sé que Román es el bajista perfecto para el grupo? Porque, de vuelta a casa, me apetecía re-escuchar las líneas del bajo, disfrutarlas. Me ocurre algo inédito: voy a ensayar, sobre todas las cosas, para poder oír a mis compañeros de grupo. ¡Soy fan de la gente con la que toco!. Esto es un verdadero placer.

Un giro inesperado.

FRAN MOLINERO

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