miércoles, 18 de julio de 2007

Niño, ¿has pensado en tu madre?

El martes se ha celebrado un nuevo ensayo de Cuchillo Mundo (con la notable ausencia de Román, prisionero de su trabajo en un campamento infantil) después de una pequeña parada forzada por nuestros compromisos laborales. Sí, como suena: en este grupo estamos rascándonos la tripa todo el año excepto el verano, en que empezamos a trabajar.

Antes de seguir trabajando en los teclados de "Enceso" decidimos improvisar un poco, y acudimos a un recurso tan sencillo pero a la vez tan opaco para el ausente Román como es un típico blues... aunque finalmente, de típico poco, pues mutó en una especie de delirio musical con una batería a lo Keith Moon y unos solos agresivos de Fran y de Misha, que finalmente agarró el micrófono dispuesto a soltar alaridos a lo Robert Plant.

Sin embargo en ese momento Misha se lo pensó mejor y nos hizo pegar un frenazo: "Estamos perdiendo el tiempo. Si hacemos algo, que sea con estructura. No nos limitemos a improvisar, compongamos algo". A eso, yo reaccioné: "Sí, pero lo que dices suena a demasiado convencional. Si estás pensando en que hagamos una canción típica con una estructura limitada, hagámosla al menos sobre un tema que no sea el típico "Te quiero mucho como la trucha al trucho." No: el tema tendría que ser como mínimo alguna reflexión sobre El niño de Somosierra."

Increiblemente, Misha aceptó mi propuesta, y ahí nació el germen de nuestra nueva canción, que a partir de un caso tan particular se extendió hasta lo universal convirtiéndose de forma inesperada en una reflexión "borderline" tanto sobre el aborto como sobre la megalomanía adolescente. La interpretación que hicimos, totalmente improvisada, trascendió lo meramente musical y se adentró en el terreno de lo metafísico... una exploración de la psique humana con tintes catastrofistas. Demasiado fuerte para trivializarlo en estas líneas.

Esta nueva canción es demasiado intensa, un ritual hipnótico, una especie de prolongación del "The End" de los Doors para el tercer milenio. No sé si deberíamos interpretarla en público. Mientras que otros grupos de esta región están aburriendo a las piedras con rutinarios rituales que caen en saco roto (a excepción de los gloriosos Kung Fu), yo soy partidario de reservar la artillería pesada para las batallas pesadas. Vamos, que este tema sólo verá la luz el día que compartamos escenario con Spinal Tap.

DANDA