jueves, 26 de abril de 2007

Long, Winding Road

Ensayo agradable. Mejor sonido que el martes, sin problemas técnicos. Los dos primeros temas comienzan a asentarse. Me gusta la parte central del segundo, con un salto de tono y ritmo muy marcado: la impresión es la de caer en un pequeño agujero negro, en medio de la normalidad. Como si estás en la cocina de tu casa, preparándote un sandwich, y, al pisar la tercera baldosa de la izquierda, apareces en el Laberinto de Cnossos, en pijama y con el pan Bimbo en la mano. Los acordes de esa parte segunda, su sencillez, me parecen un hallazgo.
Improvisamos la continuación, sobre todo para que la guitarra solista fuese encontrando un desarrollo más o menos claro... La deferencia de Álex y Román fue extrema: llegué a disfrutar de más de cinco minutos para solear, lo que supone un exceso incluso para Eric Clapton (no digamos para Fran Molinero). Creo que ya voy dando con dos o tres ideas interesantes, y el regreso al riff principal, en otro tono y tempo, es muy, muy efectivo (gracias al trabajo de la batería).
---Nota: en esa segunda parte "del agujero negro", sería inquietante una voz femenina, jugando con escalas arábigas y ciertos toques atonales, a modo de pinceladas. Laurie Anderson mataría por una parte así...

Dinámicas. Román ha evolucionado como bajista y el combo va haciéndose con ellas, ganando en flexibilidad, incluso en las improvisaciones. El bajo ya señala desarrollos completos.

Nos dio tiempo para trabajar sobre un tercer tema, aún en pañales. Sigo echando en falta la electrónica, especialmente para este caso.

Amenazas: como en cualquier grupo amateur de Occidente, los compromisos laborales y de estudios. Es posible que Román comience un período de enseñanza, algo que presentó como el final de su trabajo en Cuchillo Mundo. Personalmente, no dudaría en trasladar el ensayo al fin de semana, a otra ciudad y con otro horario, para mantener la formación, porque creo que puede dar mucho de sí. Todo se verá.
Frank Zappa añoraba los grupos de los 50. Le parecía admirable el hecho de que se mantuvieran activos durante décadas, al margen de su éxito, con la misma formación (y en una misma línea inalterable, añado yo). La vieja y dulce América de los 50, un mundo sólido... Hoy, los mundos sólidos han desaparecido. Hablando de mundos líquidos y movimiento, es muy probable que tengamos teclista en un futuro nada lejano. Todo se verá, se verá, se verá...

martes, 24 de abril de 2007

Roger Waters y Cuchillo Mundo

Pese al título, no hay relación alguna entre Roger Waters y Cuchillo Mundo. Eso sí, tiene su explicación, pero todo llegará...

El ensayo de este martes fue extraño. Había una pulsión hacia el rock más extremado, ya fuera por un ánimo encendido -enceso-, o por las deficiencias técnicas de un bafle, que nos daban un sonido de bajo realmente punk. Trabajamos la estructura del segundo tema, y empezamos con otro de aire bastante funkie -y en el que quizá incluyamos electrónica-.
No fue un buen ensayo, de esos en que todo suena empastado, perfecto, pero sí nos sirvió para mejorar el acabado de algunos temas. Probamos nuevos enlaces entre partes, secuencias de música electrónica, nuevos arreglos...

Al final, Álex arrastró al pobre Javi -profesor de teclado de los talleres- a soportar nuestro primer tema. Hicimos nuestra peor versión, para más castigo. Atropellamos los matices -en la inercia del ensayo- y tuvimos problemas en la interpretación. Javi aguantó hasta el final, lo que dice mucho de su paciencia, y hasta improvisó algunas virtudes escuchadas, lo que dice mucho de su diplomacia. A mí, personalmente, él me dejó con la boca abierta por un detalle: pulsé algunas notas sueltas de un viejo blues de Charlie Parker -blues que, obviamente, nunca dominaré- y, a continuación, Javi le dio un repaso a la versión original, con armonías aún más difíciles y en un miniteclado de dos octavas... Alucinante.
Un batería que escuchó el mismo tema en el restaurante donde trabajo, me preguntó si el saxofonista era ¡Charlie Christian!. Cada músico es un mundo.

Roger Waters. Misterio resuelto: lo vi en su concierto del sábado, en Barcelona. Era una vieja deuda de adolescencia con mi grupo favorito, por entonces. Me los perdí a los quince años, cuando conocía sus discos de memoria, literalmente. No fui a Anoeta con una amiga en el 94, por aquello de "ya volverán". No, no volvieron.
Este 2007 me desquité y fui a Barcelona, solo como una vela, para ver a Waters tocando todo el Dark Side of the Moon, además de clásicos que llegaron incluso al año 68 -sí, en el Neolítico-. Un concierto perfecto, con un vejete en plena forma, interpretando mejor que nunca -como bajista y, sorpresa, como gran cantante-. Las canciones de los Floyd, en su voz rota, suenan personales, auténticas, mejores que en la versión descafeinada de los Pink Gilmour. Credibilidad. Un artista interpretando la obra de una vida, con la máxima convicción. Te reconcilia con el rock, que, no lo olvidemos, no deja de ser música popular. La vigencia de estos clásicos, con más de 40 años a las espaldas, te hacen pensar que, además, el rock es música tradicional y que así será considerada, con el paso del tiempo. Waters ya escribía la Historia del Rock en los 60, y lo sigue haciendo en el siglo XXI, aunque en un sentido diferente.

Como sabrán todos los que tienen el dudoso placer de conocerme, he regresado de Barcelona maravillado con Catalunya -a Waters ya lo conocía: no fue un descubrimiento-. De hecho, he vuelto más catalanista que Puigcercós y Lluis Llach y Tarradella juntos. Me sorprendí a mí mismo, en el viaje de regreso, leyendo un periódico catalán de cabo a rabo, ¡y disfrutando!. En mi defensa, os diré que no tengo pactos de gobierno pendientes con CIU y, desde luego, en mi puta vida he hablado catalán en la intimidad. Pero qué tierra...

Agravios comparativos. Álex entendió que Waters sonara mejor que el resto de Floyd juntos, como Costa sonaba mejor que el resto de los Siniestro Total juntos. De acuerdo con él, al 100%, excepto en que dijo que los Floyd eran malos. Agravio comparativo: ¿son mejores Los Feliz que Pink Floyd? Aunque no lo parezca, esto también es una broma.

domingo, 22 de abril de 2007

Una visita al pasado

Siento la intrusión en este blog, pero acabo de encontrarme con que los impresentables de iEspana han tirado mi blog personal (todavía no sé si está borrado o si está simplemente inaccesible). Mientras buscaba un backup en Google para salvar algún texto (no ha podido ser...) me he encontrado aún en pie una página web que tuve hace muchos, muchos años...

Mientras que leía mis textos antiguos, aún notando los inevitables errores de escritor (redactor) inexperto, pude recordar que todo aquello lo había escrito con muchas ganas. ¡Con ganas! Cualquiera que me conozca en la actualidad sabe que soy el tipo más desganado de la tierra. ¿Qué pasó para que todo ese ímpetu de juventud se esfumase? ¿Es una caída inevitable que viene con la edad?

Lo mismo pasa con la música. Escuchando grabaciones antiguas veo momentos de ingenuidad y chapuza, pero también una energía imparable. Ahora soy mucho mejor músico, pero ¿conservo esa fuerza interior? Por unos instantes, revisitando esas obras primerizas, siento que así es.

DANDA

P.D. Por cierto que entre los textos menos antiguos he encontrado lo que probablemente sea la verdadera génesis de Cuchillo Mundo, la primera colaboración creativa del tandem Valero-Molinero:

http://pistachoatomico.iespana.es/guests/quevida01.htm

jueves, 19 de abril de 2007

Loyola 11/8

Este último ensayo se lo dedicamos por completo a nuestro segundo tema, aún sin título. Por cierto que el primero se llama "Enceso", una palabra asturiana que nos pareció traducía el sentido y forma de la música, a la perfección. Aunque no lo creáis, esto también es un chiste.

El segundo tema nació de unas impros de los primeros días del grupo, sólo con guitarra y batería. Tiene un aire marcadamente rock, casi AOR en su inicio, pero acaba pisando terrenos mucho menos cómodos. En concreto, una parte central en Si desmiente la vitalidad casi cristalina del arranque. Los arpegios que la forman remiten a un movimiento centrípeto, interior, oscuro, una "interzona" burroughsiana, pero sin figuras humanas, sólo paisaje. Me recuerda -y enlaza con él, en cierta manera- a algunos recovecos de "Enceso", en esa suspensión de las dimensiones. Un paisaje de Chirico, sin accesorios, sin objetos. No hay una gran instrumentación ni complejidad, el silencio es el protagonista y no debemos recargarlo más.

Tras una breve vuelta al rock del inicio, una pequeña sorpresa: una progresión descendente en 11/8. La probamos una semana atrás y demostró un funcionamiento perfecto. Hoy, Román añadió slap bass y el conjunto se volvió muy, muy potente. Tiene una extraña relación con el desarrollo anterior del tema, y no estrictamente tonal: es como una re-mirada, como darle la voz -y la palabra- a otro narrador. El nuevo narrador re-cuenta lo contado, con otro ritmo y lenguaje. El efecto, para explicarlo de una manera más plástica, sería el travelling aéreo del final de ciertas películas, la cámara sobrevolando el desenlace, muy dramático, casi congelado. La cámara se aleja y tienes un doble efecto: saboreas el poso emocional del drama, con una nueva distancia, pero también lo insertas en el mundo. Me encantaban esos finales en las malas películas, porque estaban por encima de ellas...

El 90% del ensayo, ese 11/8. Mucha diversión. Álex encontró una variación genial en la caja. El slap lanzaba el ritmo. Haremos silencios con performance. En los de hoy, Álex leía una revista, antes de atacar de nuevo esa progresión asesina. Los temas parecían seleccionados y casi no acertábamos a tocar, por la hilaridad: una reflexión outsider sobre "la derecha española desde la Transición" (?) y una noticia sobre Mari Trini llenando el Parque de Atracciones de Madrid durantes seis noches seguidas. Leer eso, antes de atacar un 11/8, es toda una experiencia...

Nota: el texto que leamos debe ser una joya normativa, para parodiar de alguna manera el tono matemático de la progresión-revisión. Se me ocurren unos cuantos legisladores que llevaré al próximo ensayo. Propuse Ignacio de Loyola y mis compañeros casi me asesinan con la mirada. En realidad, pienso en utopistas, y Loyola también lo era, como todo aquel que busque parcelar la vida de los otros, con el convencimiento de poder hacerlo... Loyola sería un gran texto.

Bueno, corto aquí. Os mantendremos informados.

martes, 17 de abril de 2007

Alteridad

El viraje de Román, tras una serie de ensayos que no presagiaban nada bueno, es el inicio del grupo propiamente dicho. Nace Cuchillo Mundo.
Parece que éste es el embrión. Con un poco de suerte, dará sus primeros frutos en las próximas sesiones. El grupo está trabajando en tres temas, que serán cuatro o cinco, en breve, lo que supone -al menos en mi experiencia- algo así como un record. Es un tiempo clave, donde se sientan las bases de un proyecto, donde se ha de encontrar el terreno personal, el espacio del grupo, que no puede ser intercambiable con ningún otro...
Resta aún la importantísima incorporación de los teclados. Se puede decir que aún estamos en los inicios, sin ni siquiera una nómina, pero con material "on progress". La formación actual, para los ficheros policiales de la DGP, sería ésta:

--- Álex Valero. Batería.
--- Román Pintado. Bajo.
--- Fran Molinero. Guitarra.

Antes, sesiones de adaptación que no lo eran sólo a una banda, sino a todo un estilo. Quizá de ahí las enormes dificultades... Unas semanas difíciles. No llegué a dudar del futuro del grupo, porque ahí estaban las composiciones, pero sí de su viabilidad a corto plazo.

Hoy, estreno de mi nueva guitarra, bautizada como la Avecrem. Es una Line 6 Variax 300, de color negro: un engendro. Más nitidez en el sonido, más versátil, mucha pegada, aunque en ocasiones -sobre todo, en directo- recurriré a mi Stratocaster. ¿Habéis visto una guitarra sin pastillas? Aquí tenéis una. No es un grupo muy ortodoxo.
Lista de rarezas que se pueden ver en un ensayo de Cuchillo Mundo, como el de hoy: guitarras sin pastillas, un dvd de Antonioni, un libro de Jean Baudrillard. No, no es el despacho de un profesor de Sociología Radical en Berkeley: es un grupo de rock.

Sobre la dirección musical. Se lo comentaba a Román en la salida: inesperadamente rockera, dura, potente. No sé qué pasará con la incorporación de las teclas, pero el grupo se abalanza sobre la música como si pasara a través de ella. Nada que ver con la autocomplacencia prog/sinfo. Si buscáis una etiqueta, ponedle mejor una más amplia, como la de Rock Contemporáneo.

Tengo la impresión de una absoluta alteridad, como si Cuchillo Mundo no fuera mi grupo ni el de nadie. No siento el esfuerzo de hacerlo rodar, crecer. Sucede y estamos allí. No sé si esto es bueno o malo (necesitaba que constara, para futuros apuntes, nada más). Ni siquiera sé si me gusta o si la música se ajusta a lo que esperaba: estoy dentro, y el grupo sucede. Ya no pienso en mí mismo como guitarrista, ni me valoro, aunque vislumbro direcciones e intuyo que el sonido puede ser inédito y de calidad, sea sólo por la violencia con que aparece, esa seguridad de máquina sobre sus intérpretes. Mi pregunta es: ¿tocamos e interpretamos nosotros -Román, Álex y yo- en Cuchillo Mundo, o es Cuchillo Mundo el que nos utiliza a nosotros, a la manera de instrumentos?.

Alteridad.

FRAN MOLINERO.

viernes, 13 de abril de 2007

180º

El ensayo de este jueves supuso un viraje inesperado. El ambiente del martes no había sido el mejor de los posibles, teniendo que sortear problemas técnicos, mosqueos con el personal del Taller de Músicos y una sensación general de estancamiento creativo. Tengo que reconocer que en algunos momentos llegué a preocuparme bastante por el futuro de Cuchillo Mundo.

Necesitados como estábamos de material nuevo, el jueves Fran apareció con un nuevo riff basado en un tempo relativamente complicado, un 11/8. No pude evitar pensar, "vaya, Román no va a poder con ello". Hay que recordar que estamos hablando de un músico prácticamente autodidacta que jamás ha tocado en ningún grupo. Mis sospechas eran infundadas: nuestro bajista se apoderó del riff como si fuera suyo y a los pocos minutos estaba repitiéndolo con una seguridad a prueba de tornados. Pero eso no fue todo: buscando nuevas ideas musicales Román hizo salir de su instrumento un riff rotundo y pegadizo a base de "slapping" sobre el que nos pusimos a improvisar con todas las ganas del mundo. Probablemente podamos convertirlo en una canción en próximos ensayos.

Creo que este ha sido el primer ensayo en el que los tres hemos sonado como algo parecido a un grupo.

DANDA

martes, 10 de abril de 2007

Encrucijada

Ayer tuvimos un contratiempo en nuestro primer ensayo tras un largo parón. Román tiene un pequeño problema de actitud. A cualquiera que haya trabajado conmigo le va a sorprender que diga algo así, debido a mi rigidez personal idiosincrática, pero Román es una persona con la que en ocasiones cuesta mucho trabajar. En ensayos anteriores ya mostró una cierta cerrazón a las sugerencias de los demás, pero en el ensayo de hoy pasamos un momento verdaderamente comprometido cuando surgió un problema técnico con el amplificador de bajo y tuvimos que pedir ayuda al encargado de los locales, el a veces lacónico pero siempre competente Rubén "Mol". Cuando éste nos explicó que el amplificador había sido usado antes por un experimentado bajista y que éste no había notado ningún problema, Román le espetó un cortante "¡A mí como si lo ha usado antes Jaco Pastorius!" que congeló la temperatura de la habitación. La falta de tacto con una persona que estaba haciendo lo posible por ayudarnos nos dejó en muy mal lugar.

Román es un músico que tiene talento, pero está demasiado acostumbrado a trabajar solo. Sé que es duro pedirle a una persona de 31 años sin experiencia en el rock que se adapte a una dinámica grupal de la noche a la mañana, pero Cuchillo Mundo no puede avanzar de otra manera.

DANDA