miércoles, 10 de octubre de 2007

Danda cuenta la grabación de "Enceso"

I. Una grabación inesperada.

Noticias sorprendentes.

En septiembre el grupo se reunió para entrar, sin ningún ensayo preparatorio, a grabar en el estudio de Misha Goldfarb. La experiencia fue muy positiva pero también exigente con nosotros mismos, que tuvimos que realizar un gran esfuerzo contra viento y marea, superando imprevistos técnicos de última hora.



No sé si realmente a alguien le interesa que documente el proceso de grabación. Es algo aburrido de contar, realmente. Llegas al estudio, y te sientas varias horas a mirar como el técnico va poniendo cables. Al fin, empiezas a probar si el sonido es satisfactorio, y cuando te acercas a un sonido aceptable el proceso se repite con el siguiente instrumento. De esa forma, sólo tras un montón de horas se puede comenzar a tocar.

Lo cierto es que tras muchas horas esperando nuestro turno de tocar, al fin pudimos realizar una prueba. Sonido aceptable, así que grabamos el resultado. Está bien, pero no lo suficiente. Decidimos parar hasta el siguiente día.




Nueva jornada: una vez con la cabeza fresca, uno se da cuenta de que el sonido no era tan bueno como creíamos. Nuevos ajustes, nuevas esperas. Tras otro par de horas podemos al fin seguir tocando. Allá vamos: pese al parón de varios meses parece que recordamos bien la canción. En un par de tomas decidimos que el resultado es satisfactorio a nivel de maqueta. A continuación
nos ponemos a trabajar en el arreglo de un par de imperfecciones: hemos grabado toda la base de trío de la canción tocando los tres juntos (como en los últimos discos de Mamá Ladilla...) y ahora es el momento de "pinchar" en algún sitio (apenas un par de compases) y de grabar toda la "capa extra" que uno puede permitirse añadir a una canción trabajada en estudio.

El resultado en este momento era idéntico al del local de ensayo, esencialmente. Pero ahora quedaba añadir la aportación de Misha, toda la capa de teclados que tapase la desnudez de nuestro sonido esencial. Justo en ese momento recibimos una visita que habíamos estado esperando desde hace meses...

Se trataba de Lucía.

----------------------------

II. El piano de la muerte.

Tras grabar la base rítmica, sólo quedaba meter un "refuerzo" de guitarras y algún tipo de teclados que "vistieran" la canción. Estábamos en el proceso de tomar las decisiones a ese respecto cuando supimos que al fin íbamos a conocer a Lucía, una teclista y cantante a la que habíamos intentado invitar hacía meses al local sin éxito. Al llegar Lucía, Misha actuó de forma extraña: en vez de invitarla a pasar a escuchar la canción en su forma "de local", se encerró solo en el estudio y tocó apresuradamente la línea melódica de la canción interpretada toscamente con un sonido "en bruto". Entonces nos invitó a pasar; el resultado fue francamente desagradable, pero no por el sonido de teclado, sino por un ruido de fondo que le acompañaba y que nos impidió disfrutar a ninguno de los presentes de lo que habíamos grabado. El incremento de la tensión del ambiente fue palpable, y Misha es especialmente sensible a esas presiones, lo que se notó en la "prueba" que realizó a Lucía a continuación, sometiéndola a un tratamiento digno de un "casting" de "Factor X". Con todo, Lucía es una chica simpática y soportó el trago con humor. Supongo que desde aquí tengo que agradecer a Lucía su paciencia.

Tras irse Lucía comenzó realmente el proceso de grabación "en serio" de los teclados. Una de las primeras cosas que hicimos fue meter unas partes de piano; Misha realizó una interpretación asombrosamente exquisita. Una toma: estupenda. "¡Esa nos vale! ¡Esta es la toma! ¡Misha, guarda esta!", grité alborozado. Fran y Misha no me hicieron caso; Misha afirmó: "Puedo mejorarla". Y en efecto, la mejoró: consiguió tocarla con aún más intensidad y sentimiento, guiado por una intuición de auténtico músico. Ah, pero en esta ocasión un ruido de fondo se filtró en el resultado final. ¡Había que repetir! No sé si los que estáis leyendo esto habéis estado
alguna vez en un estudio de grabación, pero si es así sabréis que al grabar se produce un momento mágico en el que todo lo que estás haciendo tiene sentido, y lo que grabas es algo absolutamente irrepetible que merece la pena conservar, independientemente del
resultado final de la canción.

Misha acababa de superar ese momento.

Ser técnico y músico a la vez no es fácil. Misha tuvo que dejar el piano demasiados minutos para ajustar el nuevo problema técnico, y cuando volvió a sentarse al piano se vio incapaz de repetir lo que había hecho, aquella toma tan buena que ya había sido borrada.
Misha estuvo intentando recapturar la magia toda la tarde, sin éxito. Fue el momento más frustrante de toda la grabación.

----------------------------

III. Apogeo teclístico

Tras ese punto bajo de la grabación llegaría la remontada. El estudio de Misha está bien provisto y ofrecía miles de posibilidades teclísticas gracias al MIDI y a sus abundantes emuladores de teclados clásicos. Lo primero que hicimos, sin embargo, fue enchufar nuestro órgano Hammond a la mesa de grabación y crear varias texturas sonoras de las que estamos muy orgullosos. Cuando escuchéis el resultado final veréis a qué me refiero.

Luego nos pasamos horas intentando escoger sonidos apropiados para el resto de la canción. Nada parecía encajar; cada teclado parecía ajustarse mejor a otros estilos con los que no tenemos nada que ver (algunos de ellos sin duda podrían ser muy útiles para los proyectos de música electrónica de Román). Quizás por eso al final acabamos acudiendo a los "clásicos" de toda la vida, y decidimos que necesitábamos un sonido de mellotron. ¿Cómo conseguirlo? Recordé que Pepe Suárez, otro estupendo técnico, amigo y socio de Misha, tenía los emuladores necesarios para ello. Decidimos pedirle el favor de que nos los instalase.

A la espera de su visita, seguimos grabando teclados. Un poco frustrados con los sonidos teclísticos tan raros que parecíamos tener a nuestro alcance, surgió la ocasión de grabar un solo absolutamente extraño e inusual que le daría un sabor distinto a la parte central de la canción. El resultado, muy interesante, quedaría a medio camino entre lo bizarro y lo minimalista, sin
decidirse claramente por ninguna opción. Eso quedaría subsanado con la incorporación de un segundo solo, más irreal aún. El resultado es ciertamente estremecedor.

---------------------------

IV - Final: Caen las bombas.

Nuestra canción estaba adoptando al fin una forma más que prometedora. Quedaba ya muy poco para tener algo entre manos de lo que sentirse orgulloso. Decidimos poner fin a las sesiones y dejar reposar la grabación: Misha estaba demasiado estresado por la experiencia (el peso de ser a la vez técnico, productor y músico) y necesitaba tiempo de recuperación.

Sin embargo, en ese momento cayó la primera bomba: un inesperado contrato de generosa cuantía económica surgió de la nada tentándome para trasladarme a Alemania de forma inmediata. ¿He dicho "tentándome"? No: obligándome. En diez días tendría que irme al corazón
de la vieja Europa e incorporarme a mi nuevo puesto. Esto suponía un frenazo para las actividades del grupo. Peor aún: la canción que estábamos grabando corría el riesgo de no ser completada jamás. Ante la situación, me veo obligado a convocar unas últimas
sesiones de emergencia ese fin de semana.

La situación es ruinosa: a Fran le resulta completamente imposible asistir por su horario de trabajo, y Román está ilocalizable. Eso nos deja a Misha y a mí solos con la responsabilidad de acabar toda la grabación en un tiempo record. Recibimos la breve visita de Pepe, que nos instala el Mellotron, y de Fran, que tiene que robar tiempo a su descanso mínimo para poder estar presente. Nada de ello sirve finalmente: un nuevo error inesperado, que Misha atribuye instintivamente a la apresurada instalación del Mellotron, destruye el ambiente de trabajo. Me veo obligado a dar por concluida la grabación y cada uno se vuelve a su casa. Dejo a Misha
sumido en un mar de dudas.

Al día siguiente recibimos la noticia: Misha ha tomado la decisión de que la responsabilidad de ser teclista del grupo es demasiado para él. Se considera ante todo un técnico, y no puede hacerse cargo de ambas responsabilidades. Ese día desaparece la primera
formación de Cuchillo Mundo, la que ha grabado la canción que pronto (esperemos) podréis escuchar en vuestros ordenadores.

----------------------------

V. Epílogo.

Escribo estas líneas desde Frankfurt. Fran se ha comprometido a concluir la grabación; Misha sin duda también colaborará, pero es demasiado pronto para exigirle nada después de todo lo que ha dado. El grupo tendrá que pasar por una crisis tras la cual esperamos que surja una nueva etapa, aunque no se puede saber lo que sucederá. Con esta grabación damos por cerradas las actividades del grupo hasta el año que viene; con suerte, podréis escuchar la canción en la que hemos estado trabajando todo este tiempo, y quizás vayamos incluyendo nuevas actualizaciones del blog. Hasta ese momento, un saludo a todos y gracias por vuestra atención.

DANDA

No hay comentarios: